lunes, 28 de diciembre de 2009

Intuición

Yo sé de lo que hablo cuando nombro al ramalazo

de la emoción de las miradas.

Sé de lo que hablo y sé de donde emana

el despertar de los atisbos.

No digo más

ni menos.

Retorno en el sueño de los olores adustos,

de las contemplaciones florales.

No despeño al amor desde el filo ni desde el recuerdo.

Yo sé del verso perturbado por presentimientos desentendidos.

Yo sé de vos,

y de tu velamen de vértigo lunar.

Soy tributo,

lluvia desmoronada.

El poema nace en el punto final.

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