jueves, 17 de diciembre de 2009

Deuda de olvido

Te debo la noche

y los sueños que aún no te he soñado.

Te debo la lágrima sauce

y el alma de los árboles.

Te debo las voces del silencio de la madrugada.

Te debo la calma que será tormenta,

cristal del viento.

Te debo el mapa de tu risa

y aún no te he dado

el lado menos despedida del tiempo

He faltado a las partidas

y me ofrecí camino para los retornos.

Te debo el matiz de la cabellera del río

en esa hora precisa

y la tristeza de la soledad de los espejos.

Barro que hace memoria,

me debo entero.

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