lunes, 24 de mayo de 2010

Tregua


Mirar al silencio con manos lejanas.

Catalogar sus pliegues,

sus arrugas,

su despliegue sendero.

En la extensión del momento

el ritmo es paradoja,

su olor desterrado,

un destello.

Navegar el cauce huella

de soledades

es un minúsculo fracaso,

un murmullo,

un desafío abismado que tributa.

Obscenidad velada,

ausencia.

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